Las manchas blancas que pueden estar presentes en un momento dado en la superficie de las uñas representan un fenómeno conocido en términos médicos como leuconiquia. Pueden tener múltiples etiologías de diferente gravedad, y en algunos casos pueden indicar la presencia de patologías con daño cutáneo local o que involucran todo el cuerpo.
Estas manchas blancas pueden estar presentes en algunas uñas o incluso en todas, cubriendo un área más grande o más pequeña de ellas. En cuanto a su forma, se pueden visualizar como: manchas, bandas horizontales o decoloraciones. Las más frecuentes son las manchas de pequeño tamaño, sin que representen motivo de preocupación y con el origen de origen fácilmente solucionable.
Su origen puede ser congénito o adquirido. En la primera situación pueden estar asociadas a malformaciones o deficiencias.
Breve clasificación de las manchas de uñas
Morfológicamente, las manchas blanquecinas en las uñas pueden presentarse como:
- totales
- punteadas
- estriadas (en tiras con orientación longitudinal o transversal).
Desde un punto de vista anatómico, dependiendo de la profundidad de su ubicación, las capas de la uña y los tejidos subungueales afectados, estamos hablando de:
- leuconiquia verdadera (con afectación de la matriz y la lámina ungueal)
- leuconiquia aparente ( cuando los tejidos subungueales están afectados)
- pseudoniquia (color blanquecino presente al nivel del lecho ungueal)
Diagnóstico
El diagnóstico de manchas blancas en las uñas se establece clínicamente, sin requerir pruebas adicionales en la mayoría de los casos. Los mínimos cambios que pueden pasar desapercibidos a simple vista se benefician de la dermatoscopia tanto para la evaluación inicial como para el seguimiento de la evolución y la respuesta a la terapia empleada. Las ventajas de la dermatoscopia, además de ser un método diagnóstico no invasivo, también implican la posibilidad de diferenciar entre leuconiquia o pseudoleuconiquia verdadera y aparente.
Otra prueba no invasiva utilizada en el caso de la leuconiquia es la prueba de decoloración blanquecina de la lámina ungueal que también se puede realizar con la ayuda de la hoja del dermatoscopio. En la leuconiquia aparente, desaparece cuando se aplica presión sobre la uña. Esto no sucede en el caso de la leuconiquia verdadera. La aplicación de un gel de ultrasonido en la superficie de la uña entre esta y la lente del dermatoscopio facilita este procedimiento.
El uso de una solución de interfaz entre la superficie de la uña y la lente del dermatoscopio no es necesario en el caso de pseudoleuconiquia donde la granulación de queratina en las uñas es mejor visible a través de la técnica seca.
Los síntomas asociados, cuando corresponda, se benefician de investigaciones adicionales. Análisis de sangre y dosificación de calcio., de deficiencias de minerales y vitaminas, se utiliza en situaciones donde la leuconiquia es secundaria a síndromes de deficiencia, intoxicación por metales pesados o en el caso del uso de medicamentos que pueden generar este efecto secundario.
El examen micológico y la biopsia ungueal se reservan para situaciones en las que se sospecha que las manchas blancas en las uñas son causadas por una infección por hongos o la etiología de la afección no está clara.
Tratamiento
En cuanto a las opciones terapéuticas, varían según la etiología. Algunas manchas blancas en las uñas debidas a lesiones solo necesitan tiempo para que la uña crezca y se corte el exceso, por lo que también desaparecen. Se recomienda evitar alérgenos o productos de manicura si este es el origen del problema.
Se utilizan antifúngicos con administración oral y/o tópica por un período de aproximadamente 3 meses si las manchas blancas de las uñas tienen una etiología micótica. Las carencias de vitaminas y minerales se tratan mediante la sustitución de los elementos faltantes, y junto a ellos, también se soluciona el problema de las manchas blancas en las uñas.
Las enfermedades sistémicas cuya manifestación incluya leuconiquia serán tratadas específicamente por la etiología y manifestaciones clínicas. La evolución de la leuconiquia y su pronóstico son difíciles de estimar, siendo un aspecto importante en este sentido las causas desencadenantes del cuadro y las comorbilidades asociadas.